En lo que respecta a la salud  bucal, el sangrado de las encías es indicio de que algo no va bien, y aunque parezca extraño, la inflamación de una zona puede llegar a perjudicar otras partes del cuerpo. De hecho, el sangrado de encías, suele ser como respuesta por la aparición constante de bacterias.

De este modo, para prevenir el sangrado de encías, es esencial mantener una higiene bucodental perfecta, llevando a cabo una técnica de cepillado adecuada de mínimo dos veces al día. A parte, siempre se recomienda realizar visitas frecuentes a nuestro dentista para hacer un chequeo y mantenimiento.

Las encías sangrantes indican una enfermedad periodontal, por esta razón es necesario saber las causas y las soluciones de este sangrado.

Pueden existir muchas causas del sangrado de encías, algunas de ellas son las siguientes:

Causas del sangrado de encías

  • La causa más frecuente del sangrado de encías es el almacenamiento de placa bacteriana en la línea de la encía, lo que produce una enfermedad bucal llamada gingivitis. Si la placa aglomerada no se limpia correctamente, se va introduciendo en los tejidos gingiviales, llegando a generar enfermedades más graves como la periodontitis.
  • Cepillarse los dientes demasiado fuerte
  • Enfermedades como leucemia, escorbuto, diabetes, anemia, hepatitis entre otras, también pueden causar el sangrado de encías.
  • Escasez de nutrientes como las vitaminas C y K
  • Empastes o prótesis mal puestas y dientes apiñados

Ante todo, una de las primeras medidas que se debe llevar a cabo ante el sangrado de encías, es la visita al dentista frecuente para una revisión, ya que estos pueden  diagnosticar con rapidez el problema antes de que se complique. Si no queremos llegar a esta situación, os ofrecemos una serie de recomendaciones para evitar el agravamiento:

  • Utilizar con frecuencia hilo dental o cepillos interdentales, para ayudar a acabar con las partículas de la comida o la placa bacteriana en esas áreas más complicadas de acceder entre los dientes. Esto se debe hacer unas dos veces al día previamente a cepillar los dientes.
  • Elegir una pasta de dientes con flúor que esté hecha para disminuir la aglomeración de placa bacteriana, que irrita tus encías y provoca enfermedad gingival.
  • Llevar a cabo una dieta en la que escaseen aquellos alimentos que producen que los dientes y las encías sean más delicadas. Asimismo, las encías de los fumadores son más tendentes a padecer una infección.
  • Limpiar todas las caras de los dientes usando como anteriormente hemos comentado, hilo dental y cepillos interdentales, dado que la comida al endurecerse puede actuar como una cuña.
  • Visita  con frecuencia al dentista, al menos dos veces al año, aunque no se tengan síntomas de alguna complicación.